19 de septiembre Ciudad de México
El día transcurría normal en la
Ciudad de México y el mundo, gente apurada, gente trabajando, gente corriendo,
los nervios, el café, los claxons y la monotonía de un pueblo dormido que había
dejado de verse.
Aquel 19 de septiembre se
conmemoraba un día de luto en el país cuando en 1985 la ciudad colapsó ante un
terremoto, por este motivo cada 19 de septiembre se realiza un simulacro que
busca activar a las personas a como reaccionar en caso de una tragedia producida
por un sismo.
Muchos de nosotros no lo vivimos,
pero quienes lo recordaban mantienen siempre un aviso de alerta y seriedad en
el tema cuando la gente juega en los simulacros, o cuando algún bromista
pretende hacerse el chistoso.
Eran las 11:00 am y todo sereno,
todo mundo volvió a las actividades normales cuando de pronto comenzó a
temblar…
Nuevamente un 19 de septiembre, 32
años después, México se cimbraba con el movimiento telúrico proveniente de los
límites de Puebla y Morelos, a 120 km de la Ciudad de
México.
La alarma sísmica dada la cercanía
sonó en el momento y a partir de ahí nada sería
igual…
Lo que sucedió a raíz de ese trágico
momento viene acompañado de inmensa pena y profundo, pérdidas humanas, edificios
derrumbados, luto y un grito seco para una ciudad que ante la tragedia abrió
los ojos.
Los mexicanos vivimos en el mismo
espacio geográfico pero somos habitantes de muchos Méxicos, nos distanciamos en
prejuicios absurdos en barreras ideológicas, hemos perdido todo ápice de
empatía; pero minutos después del terremoto los ciudadanos salieron a las calles
y el deseo de ayudar se desbordó por todo México.
Aquí está el punto de enfoque de
este artículo que escribimos con el corazón para compartir una valiosa
enseñanza, somos más que lo que nos separa y divide, somos más que palabras como
Millenial, Hipster, Feminista, Vegano, Lesbiana, Gay, Godinez, Mi Rey, Lobuki,
Fresa, Pobre, Naco, Indio, Habitante de la Roma, la condesa, Satélite,
extranjeros, gueros, gueritas, flacos, gordos, pobres, ricos, y podría abrir una
categoría más citando credos, intereses políticos, gustos musicales, e incluso
caer en el absurdo de pelear por si es mejor tener un perro o un gato… y me
puedo seguir con una larga lista de palabras que han servido para levantar muros
entre nosotros, los mexicanos que peleamos y nos indignamos por que no exista
un muro que nos separe, pero que a su vez cimentamos con palabras hirientes un
muro más grueso, el de la indiferencia; el de la apatía, el del
odio.
Por ello los días pasados, la revelación que México ha tenido de si mismo es impactante, la hermandad y calidad humana mostrada, inundó como un torrente de agua cristalina cada sitio, miles de manos brotaron, miles de ojos despertaron, hombres y mujeres de todas las edades se sumaban a construir la piel de la esperanza, a hacer vibrar los acordes de un himno de batalla que se entrelaza a las fibras más sensibles de la existencia humana, la preservación de la vida, el reaccionar y actuar ante un desastre de esta magnitud.
En ese momento los seres humanos
pudimos vernos como lo que somos, hermanos en existencia, habitantes de este
increíble momento en el que todo tiene derecho a ser, en el que cada uno es
libre de poder ejercer su pensamiento y cantar con su propia
voz.
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Foto cortesía de Internet |
Hoy hermanos mexicanos, que se que
hemos abierto los ojos, los invito a crear puentes entre lo que nos hace
diferentes, a reconocer que lo único que nos hace iguales es lo diferentes que
somos, a dejar atrás las etiquetas, rompiendo los mitos y las lecciones falsas
que hemos aprendido.
La próxima vez que tengas una
diferencia con alguien piensa en que tanto de ti hay en él y como seguramente si
bebieran una cerveza juntos acabarías reconociendo que en el fondo todos somos
más parecidos de lo que creemos.
No nos reponemos aun, falta un largo
camino, falta mucha ayuda, pero confiamos en un México que ha reaccionado, un
país que está listo para salir adelante y escribir un nuevo capítulo en la historia, dejando en alto que nuestro legado ancestral es de humanidad y fuerza
ante la adversidad.
Los mexicanos logramos lo imposible, esta palabra está redefinida por nosotros.
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Foto por Adolfo Vladimir publicada en Etcétera |
Mostremos al mundo una vez más de que estamos hechos, y más fuerte aún, mostrémoslo día a día al hermano que tengas al lado, piensa que tal vez esa persona que va junto a ti en la calle no dude en poner en riesgo su vida para salvarte si la ocasión así lo requiere.
Hoy más que nunca estoy orgulloso de
ser mexicano.
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